Requiem por Temuyín

Hoy es un día un poco triste para mí porque hace un año desde que se murió mi pequeño Temuyín.

He tenido muchos gatos, muchísimos, pero creo que ninguno me ha calado tanto como Temu por la experiencia que viví con él y sus hermanos.

Temuyín y sus hermanos nacieron prematuros el 26 de marzo del 2010, nacieron muy pequeños y de los cinco que tenía uno ya nació muerto.

Lliga, su mami, es un cielo de gata y se moría por cuidarlos pero a los cuatro días perdió otro y se le cortó la leche, así que desde ese cuarto día comenzamos a compartir custodia y las horas del día.

Cada tres horas había que darles bibe, incluidas las noches. Esta parte no habría sido tan terrible de no ser ellos tres malos comedores, desde el principio sólo Temuyín cogía el bibe con ganas. A los otros dos tuve que darles con cuentagotas porque ni succionaban del biberón de gatitos. Pronto perdimos a Merlín y así se nos fueron los dos rubitos, y el día 15 de abril, cayó El Cuervo. El veterinario no sabía por qué ni nosotras tampoco, lo único que lo explicaba todo era su nacimiento prematuro.

La verdad es que no cogían peso. Ese mismo día, el 15 de abril, nacieron los cachorros de la hermana de Lliga, Copa (nota de humor, son tres hermanos, Lliga, Copa y Champions, y sí, soy culé ^^) y los cachorros de Copa pesaban más que Temuyín nada más nacer.

De todas formas, parecía que Temuyin iba avanzando, que sobreviviría. Pasábamos juntos las 24 horas del día, literalmente, él, su mami y yo. El de la foto es él, cogiendo su bibe con ganas ^^

Ya parecía que veíamos la luz, comía cada cuatro horas, se tomaba sus bibes con ganas, incluso iba cogiendo peso, supongo que por eso fue demoledor que en la última semana de abril, en concreto el día 30 su estado físico cambiara por completo, dejara de comer y se nos fuera la tarde del 1 de mayo.

Mi requiem por Temuyín es este, escribir su cortita historia, ese mes tan oscuro que pasamos juntos y que a la vez nos dejó momentos tan maravilloso que conseguí plasmar en unas pocas fotos y un montón de recuerdos. Nunca había tenido un gatito con un rostro tan inocente y con una mirada tan limpia, no sé que tenía Temuyín pero me quedé con ganas de conocerle mejor.

Lliga estuvo deprimida un mes y medio, así que la dejé criar de nuevo y aunque volvió a tener alguna baja, quedan cuatro gatazos blancos y negros como Temuyín muy sanos y grandontes que en junio cumplen un año. Mami y cachorros están felices y sanos casi un año después; y Lliga y yo hemos hecho un vínculo especial, cuando me mira sé que se acuerda de todo y que eso nos ha unido para siempre.

Espero que tengáis un buen domingo y un buen día para todas las mamis de todo tipo de bebés ^^

Marieta