martes, 14 de junio de 2011

Sólo los dioses lo saben

Hace ya algún tiempo que mi madre me comentó que le gustaría tener dos gatas más ya que las dos pequeñas de Lliga se nos fueron, una muy chiquitita y la otra hace mes y medio. Era como que sabíamos que nos llegarían, como llegaron el resto, como llegó Calabaza.

Desde entonces he soñado varias veces con gatitos pero esta noche ha sido un sueño super nítido, con el Dr. Who (actor de la primera temporada) y dos gatitas cachorritas y requetemonísimas, muy muy manchaditas, con manchas grises, naranjas y blancas, con la carita toda jaspeada. En el sueño, él me ayudaba a encontrarlas y me las quedaba. Por fin tenía a las dos gatitas de las que hablábamos. Sí, está claro que es un sueño en parte inducido por el maratón de Dr. Who que nos pegamos el sábado pasado ^__^.

Pero, a veces, el Universo compone una melodía y se dispone a interpretarla en toda su grandeza.

Esta noche, a eso de las 21:30, estaba dando un paseo y, justo dónde encontré a Calabaza, estaba el vecino que me ayudó a cogerla. El hombre estaba reparando el muro de su casa y se me ha ocurrido preguntarle si la madre de Calabaza tenía más cachorros. A él y a su mujer, como a nosotras, les encantan los animales y por dónde viven hay muchos gatos salvajes, les ponen de comer, los observan y los conocen muy bien. Tanto es así que, cuando cogí a Calabaza, él ya me comentó algo de que tenía algún hermanillo por ahí de la misma camada que era ella.
Bien, a mi pregunta de hoy, él ha contestado que sí, que Calabaza tenía una hermana y que dicha hermana tenía ahora cachorrines por allí. No me extraña, dado que Calabaza empezó con los celos a los 4-5 meses, su hermana sería igual. Mientras me lo decía he mirado detrás de él y ahí estaban: el clon exacto de Calabaza y cuatro ñajos correteando. Más bien, cuatro ñajas (por los colores eran gatas seguro) y, de las cuatro, dos eran exactamente iguales que las dos de mi sueño de esta noche. Exactas.

Sin embargo, hoy la interpretación de la melodía del Universo ha tenido para mí una nota muy desafinada y es que tanto la madre como los cachorros no se han dejado coger porque son muy salvajes.

Para qué tanta coincidencia, tanta armonía paso a paso si luego se queda una con esta sensación de frustración tan fuerte. Mañana lo pensaré mejor, porque ver que la hermana de Calabaza, una gata de ocho meses y medio, ya tiene cachorros y posiblemente sea su segunda camada, me tiene en vilo. Pienso en que ella y Calabaza han tenido dos suertes tan distintas que me da pena y, si se dejara coger, aunque fuera para buscarle un buen hogar (no me puedo quedar con todos los gatos que encuentro, eso está claro) me gustaría encontrárselo a ella y a sus pequeñas, excepto a esas dos que, si en algún momento los dioses lo desean, vendrán a casa y se quedarán aquí. Pero eso... sólo los dioses lo saben.

Buenas noches

Marieta

jueves, 9 de junio de 2011

Los días menos bonitos


La verdad es que sí, hay épocas que son menos bonitas.

Cuando abrí el blog pensé en escribir sólo cosas felices, pero hay días que no son felices. Hace poco en la serie de Huff decía uno de los personajes algo así como que "por qué nos instan a buscar la felicidad si es algo tan difícil de conseguir". Hay momentos felices o días plenos, pero en realidad, la felicidad es algo tan abstracto que esperar mantenerla es como intentar mantener agua entre las manos.

En mi caso, los días se vuelven más grises cuando estoy preocupada por los peques, como son estos días que tengo a uno de mis misinos un poco pachucho. Son momentos en que me siento impotente y tremendamente vulnerable, y está claro que eso no me gusta, es más, escribir estas palabras ya me parece casi una ruptura de mi regla anti-victimismo. Con la de cosas bonitas que he tenido esta semana y que aún me quedan por vivir. Y no parece que Brie esté tan pochito como para estar de los nervios, pero supongo que, en cierto momento, algo se me rompió dentro con ellos que ahora cualquier mal estar me parece un mundo. Imagino que en un tiempo recuperaré mi centro zen y volveré a ser objetiva con ellos, diferenciar (como antes) cuando es algo grave y cuando no, y lo estoy deseando porque esto de vivir a ratos con una dosis de desesperanza es angustioso y no me gusta nada. Ni le ayuda a ellos ni a mí. Bueno, dicho esto os dejo una fotito de Brie, para que le mandéis buenas vibraciones y se recupere prontito (la foto es de ayer)



Buenas noches ^^

Marieta