jueves, 12 de abril de 2012

Y Voy A La Ruina



Nuevo día y nuevo miembro de la familia que presentar.

Antes que nada os doy las gracias por las más de 100 visitas registradas ayer. Para cualquier buen blogger eso será una minucia pero para mí ha sido una alegría, así mismo os agradezco los comentarios en facebook, flickr y twitter.

Y sin más preámbulos...


Y VOY A LA RUINA ESCURRIDIZO - EL RANCIO ENMADRADO

Sí, habéis leído bien, se llama Y Voy A La Ruina Escurridizo, como uno de los personajes de la obra Mundodisco, de mi escritor favorito, Terry Prattchet. Es patrón de las lombrices y fiel seguidor de la iglesia del "comer cualquier cosa antes de que se la coma otro".



Llegó a casa en noviembre del 2011. Era esta cosa pequeña, orejona y mocosa que veis en la foto.
Un sábado, saliendo de un centro comercial con el coche, pasamos junto a un descampado y vimos a este pequeñín andando despistadillo junto a la carretera. Tengo que reproducir el diálogo madre-hija que tuvimos en cuestión de segundos:

- Mi madre: paro en el arcén y lo coges?
- Yo: sí

Paró el coche y bajé a por él, pero salió corriendo y se metió en un enrejado perdiéndose de vista entre los matojos del descampado. Subí al coche...

- Mi madre: bueno, esto es que no debía ser -arranca y avanza dos metros - vuelvo a parar y saltas para intentar cogerlo
- Yo: sí

Es un diálogo literal, lo prometo ^^

Y así fue, salté la verja por un lateral que daba a un puente (me encantan las aventuras arriesgadas si es por ellos) y entré en descampado a por el pequeñín. Me costó encontrarlo porque, aunque respondía con maullidos a mis llamadas, no se atrevía a salir. Su primer acto de amor fue un tremendo mordisco seguido de horas y horas de ronroneos.

Cuando lo recogimos tenía mes y medio como mucho, estaba terriblemente desnutrido y plagado de parásitos, comía como si no hubiera un mañana y tardó un tiempo en dominar el fino arte de usar el cajón de arena.



Desde bien pequeñito ha sido un enmadrado, controla todo lo que hago, dónde voy y si puede va conmigo a todas partes sobre mi hombro, tiene una gran capacidad de dormirse en mi espalda (esto cuando pesaba un kilo tenía gracia, ahora que pesa cuatro es... menos cómodo, por decirlo de alguna manera). Sin embargo, todo lo cariñoso que es conmigo deja de serlo para los demás, es muy cobarde y desconfiado, le da bastante miedo salir al exterior, rara vez lo hace con tranquilidad (la foto anterior es una de esas pocas veces). Por eso el apodo de rancio, se lo ha puesto mi querida amiga Asato, que siempre intenta acariciarlo y él siempre huye, al contrario que Lucía que se pasa el día sobre su regazo.




Pero... querida Asato, que sepas que no todas las féminas le desagradan y para muestra esta foto de Y-Voy rodeado de las damitas con las que comparte "piso" y de las cuales os hablaré otro día (aunque... la verdad es que ya os hablé de varias de ellas hace muchos meses ^^)
¡Qué mal vive este Don Juan!




(Nota: todos nuestros gatos están esterilizados)







Pedacito de Cielo: un proyecto de vida

Pedacito de Cielo no es sólo el nombre de este blog, es el nombre de todo un proyecto de vida que, día a día, ve la luz.

Desde que tengo uso de razón en mi casa los animales son uno más de la familia y una de las cosas que siempre hemos tenido pendiente era el hacer algo por esos animalitos abandonados que tanto nos partían el corazón.

Hasta hace un año y medio este proyecto era casi imposible: comida, veterinarios, cuidados... las ideas y los hechos no se compaginaban (y eso que ya entonces teníamos gatos recogidos en casa) pero faltaba algo, un proyecto organizado, una idea que se pudiera llevar a cabo de forma equilibrada.

Ahora ya es así ^^ y, por lo tanto, ya existe Pedacito de Cielo en nuestras vidas. ¿Cómo funcionamos? No recogemos a todos los animalitos que encontramos, con todos no podemos, por ejemplo, perras ya tenemos tres y, con ellas, el cupo canino está completo. Con los gatos, es distinto, pero aún así, este es un proyecto familiar y particular, no nos dedicamos a la acogida para dar en adopción, sino al rescate de esos preciosos compañeros peludos cuya suerte estaba en horas bajas y los integramos dentro de nuestra familia. Por lo tanto, no podemos acoger a todos los que nos gustaría (de momento ^^) Tenemos mucho terreno y también mucha experiencia con ellos, además de unos veterinarios super competentes y encantadores que saben de nuestro proyecto y lo tienen muy en cuenta.

Sólo rescatamos animales en situación de desamparo y, en principio, sólo de nuestra zona. ¿Por qué? Pues por qué hay que empezar por lo cercano e ir, poco a poco, ¿no os parece? Y rara vez acogemos animales que viven en casas ajenas porque esto daría pie (como ha dado en el pasado) a que cualquier conocido tenga un animal cachorro y cuando crece y le resulta inconveniente tenerlo, nos lo adjudique apelando a nuestra compasión y al amor que tenemos por ellos.

Estos días me os iré presentando a los miembros de la casa ^^


LUCÍA - LA TERNURA





Lucía llegó a casa en octubre del 2011, ahora mismo tiene aproximadamente un año. Es la ternura hecha gatita.

En septiembre del año pasado, la hija de Chelo (la dueña de mi tienda de telas favorita), encontró a Lucía al lado de un contenedor, estaba sola, desnutrida y con una terrible infección en los ojos. Sin pensárselo dos veces, cogió a la gatita, la llevó a un veterinario y luego a su casa, donde empezó a tratarle la infección y a alimentarla decentemente: le salvó la vida.

Sin embargo, Lucía no podía quedarse en su casa, su padre tiene una alergia a los gatos muy fuerte y acordaron buscarle un hogar una vez se estabilizara su salud. Chelo sabía que recogíamos gatitos, nos preguntó si podíamos quedárnosla una vez terminara el tratamiento. Como he dicho, rara vez nos quedamos con gatos de otras personas, pero el caso de Lucía era excepcional, ella no era la gata de Chelo y su familia, Lucía era estaba viva gracias a un acto de compasión y hecho desde el corazón que ellos no podían concluir quedándosela. Así que aceptamos. Sus ojos no han llegado a recuperarse. La infección estaba ya muy extendida cuando la hija de Chelo la encontró y aunque intentamos algún tratamiento más, uno de los ojos estaba perdido. Con el otro ve, supongo que ve un mundo de sombras, sin embargo eso no la detiene. Se ha hecho a los espacios y salta, juega, corre, todo lo que hace un gato sano, y no tiene miedo a descubrir sitios nuevos ^^.

Chufa y Lucía


Lucía es la TERNURA (sí, en mayúsculas); se adaptó a la casa enseguida, no le costó hacerse con el resto de la familia felina gracias a su buen carácter y a su dulzura. Es mimosa hasta decir basta y aunque no le ves los ojos siempre ves esa mirada de cariño en la expresión de su cara.